Diaita, palabra griega que significa “modo de vida”, este es el origen de lo que hoy conocemos como Dieta Mediterránea y que engloba más cosas además de la alimentación. Es un compendio de actuaciones, tradiciones y relaciones sociales que se inicia desde la creación del alimento hasta su consumo.

En la década de los 40, se iniciaron las primeras averiguaciones en las que se estudió la incidencia de enfermedades cardiovasculares y coronarias y en la que se determinó que, en zonas del sur de Europa, su repercusión era muy inferior al de otras zonas determinando que esto provenía principalmente de la alimentación.

La Dieta Mediterranea, por tanto, ha creado un estilo propio de vida saludable cuyos alimentos principales son las frutas y verduras, cereales integrales, frutos secos y aceite de oliva; moderada cantidad de alcohol, preferentemente vino con las comidas y una baja ingesta de productos lácteos (preferentemente fermentados), carnes, productos derivados y alimentos enriquecidos con azúcares refinados.

Con esta dieta conseguimos unos mayores beneficios para el sistema cardiovascular, mejora del nivel de colesterol y diabetes y posibles complicaciones derivados de estos.

Hay que insistir, que una buena alimentación debe de ir acompañada de ejercicio físico diario, al menos 30 minutos, de esta forma, obtendremos un tamdem perfecto para nuestra salud.